Terapia y PNL (Programación neurolingüística)

A través de estas líneas voy a compartir contigo, amigo curioso, conocido o desconocido, mi visión de la Terapia en relación a la PNL (programación neuro-lingüística)

Terapia y PNL (Programación neurolingüística)

A través de estas líneas voy a compartir contigo, amigo curioso, conocido o desconocido, mi visión de la Terapia en relación a la PNL (programación neuro-lingüística).

Definición de terapia

Aquí tienes una definición que me gusta mucho de la palabra Terapia: “Una terapia es un tratamiento terapéutico que conduce a una sanación”. Yo creo que lo que es importante asentar es que la terapia no va destinada a personas que tienen problemas. Sino, por el contrario, a personas que quieren encontrar soluciones.

Mi visión personal de la terapia

Por lo que a mí respecta, la terapia, en el sentido de psicoterapia, es antes que nada un encuentro entre dos seres, entre dos inconscientes. Y lo que constituye la magia de esta relación terapéutica se podría resumir de la manera siguiente: ocurre lo que ocurre porque eres tú, porque soy yo.

El estado interior del terapeuta y del consultante

En el proceso al que llamamos terapia, a veces la diferencia que constituye la diferencia está en ese estado interno con el que lo abordamos, tanto si es del lado del terapeuta como del lado del consultante.

El terapeuta

El sujeto que está en el papel de terapeuta moviliza dentro de sí un estado interior de benevolencia, de curiosidad y de creatividad, con la intención de llevar al sujeto al que está acompañando hasta el objetivo que éste tenga.

El consultante

El sujeto que está en el papel del consultante, contrariamente a lo que se podría creer, no es una persona débil. Al contrario: esta persona tiene una gran fuerza, porque ha salido, siquiera parcialmente, de la negación para aceptar pedir ayuda y entrar en contacto con sus heridas.

Los procesos inconscientes permiten la resolución

En esta relación terapéutica, el terapeuta le permitirá al consultante poner en marcha diversos procesos inconscientes para permitir la resolución de lo que se percibía como un problema.

¿Por qué hago este matiz? Porque aquello que nuestra parte consciente llama el problema es, de hecho, la solución que provee nuestro sistema inconsciente. De modo que la terapia no se resume en una simple conversación en la que el paciente habla y el terapeuta escucha. Pero la capacidad del terapeuta de saber escuchar de verdad es, por supuesto, el pedestal en el que puede apoyarse todo lo demás. En la terapia, la palabra es el soporte utilizado para ayudar al consultante a poner en marcha procesos inconscientes. Esto exige una destreza y unas herramientas que yo, por mi parte, he podido encontrar en la Programación Neuro Lingüística, la hipnosis y la descodificación biológica.

PNL un estado interior antes que nada – al servicio de la terapia

A mi entender, el primer error está en reducir la PNL a una caja de herramientas y un instrumento de manipulación.

Definición de la PNL

Esta es la mejor definición que podría daros de la PNL: es un conocimiento que nos enseña a utilizar nuestro cerebro. De modo que, si utilizamos lo que sabe hacer el cerebro, forzosamente las intervenciones que realicemos funcionarán y darán resultados eficaces y duraderos.

La PNL es antes que nada un estado mental orientado hacia la solución y el futuro; esto es la locomotora. Este estado mental arrastra toda una serie de vagones, que son herramientas terapéuticas que obran sobre las estructuras profundas e inconscientes. Una vez identificada una problemática, esas herramientas os permitirán saber CÓMO HACER para ir hacia la resolución y la solución. Muchas veces, cuando ya se ha identificado y reconocido el origen del problema, se plantea la pregunta: ¿Cómo hacer para que esto cambie?

La PNL nos permite cambiar los programas. Todo esto desde un enfoque benévolo y humanista al servicio del sujeto.

Orígenes de la PNL

El nombre de Programación Neuro-lingüística apareció por primera vez en el segundo trabajo de sus fundadores, Richard BANDLER § John GRINDER, publicado en 1976: Structure of Magic, Vol II.

«Cuando acuñamos la expresión «Programación Neuro-lingüística», muchos nos dijeron: «suena un poco como a control del cerebro, como si estuviera mal.» Yo contesté: «sí, por supuesto.» Si no empezáis a controlar y a utilizar vuestro cerebro, dejaréis que el azar decida por vosotros. La Programación Neuro-lingüística es una expresión que elaboré para evitar tener que especializarme en un ámbito u otro. En la universidad, yo estaba entre los que no eran capaces de decidirse, y así quise seguir. La PNL es, entre otras cosas, una manera de observar el aprendizaje humano. Aunque numerosos psicólogos y trabajadores sociales utilizan la PNL para hacer lo que llaman «terapia», yo pienso que es más apropiado describir la PNL como un proceso educativo. De hecho, definimos medios para enseñarle a la gente a utilizar el cerebro.» R.Bandler & J.Grinder

«P» de «programación»

Programación porque, a lo largo de toda nuestra existencia, nos programamos instalando maneras de pensar, de sentir y de comportarnos que empleamos en las múltiples situaciones de nuestra vida. Si establecemos la analogía con la informática, el ordenador es el mismo: todos tenemos un cerebro y un sistema nervioso. Lo que cambia son los programas de los que disponemos para servirnos del ordenador.

«N» de «neuro»

Neuro porque esa capacidad de programarnos se asienta en nuestra actividad neurológica. El hecho de poseer un cerebro y un sistema nervioso es lo que nos hace capaces de percibir nuestro entorno, de pensar y de sentir, de seleccionar comportamientos, etc. Los procedimientos de trabajo de la PNL actúan directamente sobre esta organización neurológica…

«L» de «linguística»

Lingüística porque el lenguaje estructura y refleja la manera en la que pensamos. El discurso de una persona es rico en informaciones sobre la manera en la que esa persona construye su experiencia del mundo. Tomando cosas de la lingüística, Grinder y Bandler estudiaron las relaciones entre lenguaje y pensamiento, y transpusieron esos conocimientos al ámbito práctico de la comunicación. Extendieron, asimismo, esas nociones al estudio del lenguaje no verbal.

El postulado de la PNL es el siguiente: Todos tenemos el mismo cerebro, todos el mismo sistema neurológico; entonces, ¿qué es lo que marca la diferencia entre uno que es experto en su ámbito y una persona que, por el contrario, tiene mucha dificultad?

Son los programas. Es decir, nuestras creencias, nuestros valores, nuestros aprendizajes y nuestras estrategias. Nuestras estrategias son los procedimientos, muchas veces inconscientes, que ponemos en marcha para, por ejemplo, o bien encontrarnos cómodos al hablar en público, o, por el contrario, quedarnos totalmente paralizados.

PNL para dar la respuesta a cómo solucionar lo que hemos identificado

La PNL nos va a dar la respuesta al CÓMO, que en terapia es igual de importante que el PORQUÉ. El proceso terapéutico está constituido por una parte CURATIVA, que consiste en encontrar el origen del problema, y una parte GENERATIVA, que consiste en aprender a funcionar de otra manera.

En estos dos procesos, Curativo y Generativo, se va a presentar rápidamente la pregunta de ‘¿cómo solucionar este problema?’ Los conocimientos y las herramientas que nos transmite la PNL se orientan en este sentido.

Por ejemplo, tomemos el caso de una persona que tiene miedo a la agresión. Una vez definido qué es lo que puede disparar dentro de ella ese miedo y a partir de cuándo empezó, se presenta ante nosotros la elección de la estrategia terapéutica que pueda ayudar a la persona a liberarse de ese miedo. También es importante considerar lo que llamamos ‘los beneficios secundarios’, que la mayoría de las veces son irracionales pero que pueden mantener a la persona atrapada en el miedo.

Por ejemplo, el beneficio de conservar ese miedo a la agresión es mantenerse en estado de alerta para intentar evitar la agresión, y este bucle se retroalimenta y mantiene vivo el problema. En ese caso, ¿cómo hacer?

En lo que atañe al beneficio secundario, muchas veces es suficiente con la toma de conciencia, y ya solo con eso la persona puede aceptar asumir el riesgo de salir de su estado de alerta.

Pero si la persona no se siente capaz interiormente de soltar eso, ¿cómo lo hacemos? Esto lo veremos en el capítulo siguiente.

La primera estrategia terapéutica, si el consultante se siente dispuesto a asumir el riesgo de salir de su estado de alerta, es cómo ayudarle a salir de ese miedo.

Mediante un protocolo muy sencillo y potente que propone la Programación Neuro Lingüística y que se llama la desactivación de un ancla. Que consiste en desactivar esa impronta emocional del miedo en el nivel inconsciente, sin tener que ir forzosamente a buscar el origen de ese miedo.

PNL como herramienta para identificar el origen del problema

Prosigamos nuestra aventura… la segunda estrategia terapéutica consiste en encontrar y liberar el evento que está en el origen de ese miedo. Pero recordemos el caso en el que el consultante no se siente capaz interiormente de soltar el estado de alerta… Entonces, ¿cómo hacer? En ese caso podemos encontrar la creencia que le impide soltar y realizar un cambio de creencias, utilizando para ello otra herramienta de la PNL, que son las submodalidades. Las submodalidades son códigos específicos de cada persona, de los que se sirve nuestro inconsciente para clasificar los diversos tipos de información. Por ejemplo, cada persona tiene un código inconsciente (submodalidades) para la certeza y otro código inconsciente (submodalidades) para la duda. Con este protocolo averiguamos cómo ayudar al consultante a encontrar sus submodalidades de la certeza y de la duda. Y luego aplicaremos la submodalidad de la duda a la creencia limitante (la causante de que él no pueda soltar su estado de alerta). Por ejemplo, esa creencia puede ser: ‘si me relajo estoy en peligro’. Le permitimos al consultante que desactive esa creencia en el nivel inconsciente. Después, ayudándole a aplicar las submodalidades de la certeza a la nueva creencia, que puede ser: ‘un desconocido es un amigo con el que todavía no me he encontrado’, permitimos que la nueva creencia adquiera credibilidad. Consecuencia: el sujeto se siente preparado para asumir el riesgo de soltar su estado de alerta.

Fase 1 de identificación del origen del problema

Ahora ya estamos preparados para la etapa siguiente. De lo que se trata es de localizar en la historia del sujeto cuál es o cuáles son los sucesos que están en el origen del miedo a la agresión. Para ello utilizaremos otro protocolo que se llama “la línea del tiempo”. Gracias a este protocolo, haremos que el sujeto, manteniendo vivo el sentimiento de ese miedo, regrese al pasado, y que encuentre el (los) evento(s) que están en el origen de ese miedo. Gracias a este protocolo pueden resurgir asimismo otros acontecimientos que el consultante había olvidado. Pero a veces el hecho de recordar esos sucesos no es suficiente para liberar la impronta emocional que dejaron. En ese caso, ¿cómo hacer?

Fase 2 solucionar origen del problema

Una vez realizado esto, utilizaremos otro protocolo, que se llama “la disociación simple”, para liberar el impacto emocional del (o de los) evento(s) que están en el origen de su problema. Además de esto, a veces, si esos sucesos se produjeron en un momento demasiado temprano de la vida del sujeto, generaron creencias limitantes que habrá que transformar. En ese caso, podremos utilizar las submodalidades del mismo modo que hemos visto antes.

Creo que, a través del camino que acabamos de recorrer, estamos empezando a comprender con mayor precisión las respuestas que aporta la PNL a la pregunta ¿CÓMO HACER?

Y, una vez más, recuerdo que todas estas técnicas encontrarán su máximo potencial si se aplican con el estado interior PNL.

  • Orientado hacia la solución
  • Orientado hacia el futuro
  • Curiosidad
  • Creatividad

LAS CREENCIAS- gran aportación de la PNL

En nuestra vida cotidiana, cuando hablamos de creencias el término suele hacer referencia al tema de la religión. La definición de una creencia, según el diccionario, es el hecho de creer en la existencia de alguien o de algo, en la verdad de una doctrina, de una tesis; es decir, es la acción de creer, el hecho de creer una cosa cierta o posible.

Cuando hablamos de creencia nos referimos a algo subjetivo que está ligado a nuestras experiencias, nuestra educación y nuestra cultura. La Programación Neuro Lingüística ha profundizado en los temas de las creencias para comprender cómo nos inducen a funcionar en un nivel inconsciente. Para empezar, se trata de comprender que hay creencias conscientes, que no tienen demasiado poder sobre nosotros, y creencias inconscientes, que, sin que nos demos cuenta, condicionarán nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestros comportamientos. La mayor parte del tiempo podemos ser conscientes de nuestros comportamientos, pensamientos o emociones, pero somos inconscientes de las creencias inconscientes que influyen sobre ellos.

Después está lo que llamamos las creencias limitantes, que, como su nombre indica, generarán en la persona pensamientos limitantes, emociones limitantes y comportamientos limitantes. Y también existen creencias que nos permiten revelar lo mejor de nosotros mismos, a las que podemos llamar creencias constructivas.

Es importante recordar que tenemos creencias:

  • Conscientes e inconscientes.
  • Limitantes y creencias constructivas.

Las creencias son los pilares principales de la terapia.

Nuestras creencias se construyen tomando como base nuestras experiencias.

Por ejemplo, si se me estropea el coche lo llevo a arreglar a un taller. Dos meses más tarde se estropea otra vez y lo llevo a otro mecánico, y me dice que el primero hizo mal su trabajo. Cuando dos meses más tarde se me vuelve a estropear y lo llevo a un tercer mecánico, me dice que el anterior me estafó. A resultas de estas experiencias, yo construiré la creencia de que los mecánicos no son personas de confianza.

Una creencia tiene como objeto darle un sentido a la experiencia vivida. El problema es que esta creencia, que luego cae en el inconsciente, se convierte en un filtro a través del cual interpretaremos la realidad. Y eso programará nuestros pensamientos, comportamientos y emociones.

Nuestras creencias más poderosas son las inconscientes. Actúan como un programa que está dentro de nuestro inconsciente.

Una creencia inconsciente es como un programa gracias al cual nuestro inconsciente entra en resonancia con el mundo para ejecutar ese mismo programa.

Para hacerte una idea de lo que un cambio de creencia puede generar, imagina cómo se comporta, cómo piensa y qué emociones siente una persona que tiene esta creencia limitante: «Nadie cree en mí».

Ahora imagina cómo se comporta, cómo piensa y qué emociones siente una persona que tiene esta creencia constructiva: «Si nadie cree en mí, es que soy increíble».

La PNL nos permite comprender el funcionamiento de las creencias, saber identificar las creencias limitantes que bloquean a una persona, y ayudarla a que instale en el plano inconsciente creencias constructivas… Consecuencias: lo que era un problema se transforma y el sujeto vuelve a abrir su consciencia al mundo de las posibilidades y de las soluciones.

Un buen ejercicio es hacer la lista de las evidencias que tienes respecto de ti mismo, de los demás, de la vida, del futuro. Esas evidencias que nunca te has cuestionado. Una vez que hayas hecho esa lista, observa estas evidencias a partir de la hipótesis siguiente: Y si esto solamente fueran creencias que yo podría cambiar, lo cual me va a permitir vivir mejor mi relación conmigo mismo, con los demás, con la vida y con el futuro… ¿CÓMO cambiar eso?

La PNL pone a tu disposición herramientas para cambiar esos programas inconscientes. Como las submodalidades, o como rememorar las experiencias que has vivido y que te han llevado a creer eso, liberándote del impacto emocional de esos acontecimientos pasados.

En conclusión, te invito a abrirte a esta creencia de Voltaire:

«He decidido ser feliz porque es bueno para la salud.»
Voltaire


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