El hecho de saber definir un objetivo de manera precisa y concreta es la mitad del camino hacia ese objetivo.
La segunda mitad es saber cómo pedirle a nuestro inconsciente que haga ese camino y nos lleve hasta el objetivo.
Saber con precisión lo que queremos alcanzar en un contexto específico es como ir al timón de un velero; si el rumbo es preciso, seremos capaces, consciente e inconscientemente, de utilizar la fuerza de la corriente (nuestros procesos inconscientes) y la fuerza del viento (todo nuestro contexto actual y las oportunidades que se presentan) para llegar a nuestro objetivo.
¡En este mini taller aprenderemos a la vez la teoría y la práctica para recuperar el timón en esta aventura que se llama la Vida!
—Jean Guillaume Salles