Detrás de toda concepción hay un deseo parental inconsciente. Este es el gran descubrimiento de Marc Fréchet, psicólogo francés. Por eso hay parejas que quieren hijos y no los logran, y al contrario. 

Para Marc Fréchet, es el deseo inconsciente el que rige la fertilidad. Ese deseo parental inconsciente se transforma, para el niño, en un proyecto al que éste, a lo largo de toda su vida, se plegará sin saberlo. Esto es lo que Marc Fréchet llamó el Proyecto-Sentido. 

Este proyecto-sentido se manifestará y condicionará varios aspectos de la vida del sujeto. Algunos de estos proyectos son regalos, y otros son cárceles.

Cuando ese proyecto-sentido inconsciente que recibimos es muy limitante, podemos tener la impresión de que la vida que estamos viviendo no es la que deberíamos vivir. O como si la vida no tuviera sentido: “¿Para qué sirve todo esto?” Como si, en lo más profundo de nosotros, supiéramos que hay otra cosa.

Esa otra cosa es nuestro sentido propio, el que está conectado a nuestra esencia.

He podido observar muchas veces en la consulta que, cuando una persona quiere cambiar de oficio y se tropieza con una enorme cantidad de dificultades, el hecho de cambiar de oficio es una tentativa para salir del proyecto-sentido que recibió en su concepción. Y ese nuevo oficio que la persona desea está en resonancia con su sentido profundo. 

Pero, mientras ese proyecto-sentido siga siendo inconsciente, es él el que lleva los mandos en la vida del sujeto.

En este curso vamos a aprender a tratar en terapia el Proyecto-sentido. 

Esto consiste en:

• Reconocer cuándo está bloqueado el sujeto por el proyecto y sentido parental.
• Reconocer las consecuencias limitantes que tiene el proyecto y sentido en la vida del sujeto.
• Liberar ese proyecto y sentido en el plano de la memoria inconsciente.
• Permitirle al sujeto descubrir las capacidades y los talentos que ese proyecto y sentido le ha aportado, con el fin de utilizarlos en su favor.
• Permitirle al sujeto reconectarse con su sentido profundo y darle los recursos que le permitan concretizarlo en su vida.
• Y, finalmente, descubrir qué proyecto y sentido les hemos transmitido nosotros a nuestros hijos.

Liberarse del proyecto y sentido que recibimos en nuestra concepción es, con mucha frecuencia, liberar un bloqueo invisible que nos impide avanzar y, asimismo, recuperar un sentido y una autonomía profunda en nuestra vida.